¿No es verdad que la enfermedad, que también pertenece a la naturaleza de las cosas, la combatimos con todo nuestro ser cuando nos afecta?
Pero la visión taoísta se unifica para valorizar la otra visión más cercana a nuestra cultura; esta se unifica a una infinita visión y es a su vez valorizada y una gran luz nace de su unión de la que se puede obtener fuerza y unidad, fuerza e inteligencia, o sea, corazón.
Hablo de la visión judía -cristiana, profética- mesiánica tan bien sintetizada en el Cántico del Magnificat del Evangelio según San Lucas.
Me refiero, no solo porque estamos en fechas navideñas, al Canto de María, madre de Jesús, mujer judía llena de paz, de misterio y de pathos.
Evoco con mis pobres capacidades, de uno que no tiene valor de conocimiento, esa fuerza, ese conocimiento judío internacionalista, para dar también una contribución de liberación a su propia dimensión (a María), tan a menudo utilizada para fines ocultos de sumisión y de sometimiento.
El canto de María, tiene todas las características de un canto de alegría de poder chamánico, probar para creer, basta una pizca de fe; Canta María:
El Cántico de María:
"Mi alma está llena de Alegría en la infinidad
sin Nombre.
Mi Espíritu exulta en Elohim mi salvación,
la Unión de Amor se manifiesta en la humildad
de su criatura.
Todos los seres tendrán alegría de mi
alegría,
haz en mí grandes cosas lo Imaginable,
el sin rostro, el “sin nombre”.
Santa es su palabra.
Y su conocimiento se extiende de generación
en generación
a todos los que aman.
Muestra la potencia de su brazo al destruir
los diseños de los soberbios; Abate a los potentes
elevados en sus tronos y exalta a los humildes.
Quita poder a los ricos y llena de todo
bien a los hambrientos.
Realiza el pacto de amistad, con Israel
su pequeño hijo y con toda nuestra
descendencia de Abraham el bendecido en eterno
en eterno."
Nunca dejaré de meditar este cántico.
Escuchando lo que dice, me convenzo cada vez más de la Unidad del Conocimiento en todas partes en todo momento.
Creo que entender cuál es el camino de la Paz, de la amistad, de la Personalidad, indicado también por todas las enseñanzas Taoístas libres de las hipótesis académicas.
El Cántico de María y de sus profetas se percibe como una invitación a todos nosotros a actuar en la perfección, como es perfecto el comportamiento del cielo.
Y liberando nos liberaremos.