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El cuarto paso: sé un nadie.
Cuando empiezas a pensar que eres alguien, te bloqueas; así, el amor no puede fluir.
El amor fluye solo de los que no son nadie.
El amor mora solo en el nada.
Cuando estás vacío, está presente el amor.
Cuando estás colmado de ego, el amor desaparece.
El amor y el ego no pueden convivir
El amor puede existir con Dios, pero no puede existir con el ego,
porque amor y Dios son sinónimos.
Amor y ego no pueden caminar de la mano.
Por tanto, sé un nadie.
El nada es el manantial de todas las cosas; en el nada nace el infinito...
El nada es Dios.
El nada significa "nirvana".
Sé nada... y en el ser nada, conseguirás el Todo.
En el ser alguien, no darás en el clavo; en el ser nada, habrás llegado a casa.
Nunca como en esta época es importante amar.
Porque cuando amamos de verdad, llegamos a conocernos más profundamente a nosotros mismos y a los demás.
El cuerpo puede ceder a los achaques de la edad, pero nuestro espíritu, cuando ama, o mejor cuando sabe amar – siempre libre – nos permitirá librarnos del ciclo infernal de los imprevistos en que generación tras generación el ser humano reitera los mismos errores.
Si bien los pensamientos se repiten idénticos en la vida de los hombres, existe una entidad capaz de cambiar los destinos: ¡es Amar!
Pero se debe entender cómo.
Este es por tanto el tercer paso: es compartir.
Cuando está presente el negativo, téntelo para ti.
Cuando está presente el positivo, compártelo.
Normalmente, la gente comparte la propia negatividad; nunca comparte la propia positividad.
La humanidad es simplemente estúpida.
Cuando las personas son felices, nunca comparten su felicidad: ¡son extremamente avaras!
Por el contrario, cuando son infelices, son extremadamente pródigas: en este caso, están listísimas para compartir.
Cuando la gente ríe, economiza; ríe, pero con reserva.
En cambio, cuando está enfadada, se encoleriza totalmente.
El tercer paso es compartir la positividad.
Esto llevará tu amor a florecer como un río que nace en tu corazón: y cuando compartes, tu amor empezará a aflorar.
He oído una frase muy extraña de Jorge Luis Borges. Escucha:
Doy aquello que es sagrado a los perros,
Arrojo las perlas a los cerdos.
¡porque lo que importa es dar!
Tú habrás oído todo lo contrario: no le eches nada a los perros, no des las perles a los cerdos, porque ellos no pueden entender.
De hecho, lo que realmente importa no es "lo que estás dando" perlas, santidad y amor, o "a quién" se lo estás dando: esto no es importante.
Lo que cuenta es dar.
¡Cuando tienes algo dónalo!
El amor no es una propiedad para acumular, es irradiar, es una fragancia que compartir.
Cuanto más compartes, más posees; cuanto menos compartes, menos posees.
Por tanto, el tercer paso hacia el amor es compartir la propia positividad, compartir la propia vitalidad, compartir todo lo que se tiene: cualquier cosa bonita que tengas dentro de ti, nunca lo acumules.
Atención no estoy hablando de cosas materiales, de bienes materiales; por tanto: comparte tu sabiduría, comparte tu oración, tu felicidad, tu amor... ¡comparte!
Claro que, si no hay nadie, comparte con los perros, con los gatos, con las flores, los árboles, las piedras… pero comparte.
Lo que cuenta es dar.
Acumular envenena el corazón.
Toda cosa acumulada es venenosa.
Si compartes, tu organismo estará libre de venenos.
Y cuando das, no te preocupes de que el dar no sea correspondido.
¡No esperes ni siquiera un agradecimiento! No quedarás decepcionado.
Compartir es una de las virtudes espirituales más grandes, ¡una de las virtudes más grandes!
El segundo paso hacia el amor es aprender a transformar tus venenos en miel...
Mucha gente ama, pero su amor está profundamente contaminado por venenos: desde el odio a los celos, de la rabia a la posesividad.
¡Tu amor está circundado por mil y un venenos!
El amor es algo delicado: piensa en la rabia, el odio, la posesividad, a los celos... ¿cómo podrá sobrevivir el amor?
En primer lugar, la gente se mueve en la cabeza y olvida el corazón: la mayoría de la gente lo hace.
En segundo lugar, una mayoría vive todavía un poco en el corazón; pero comete otro error; la pequeña llama del amor está rodeada de celos, odio, rabia y de mil y un venenos.
De este modo, todo el viaje se hace amargo.
El amor es la escalera entre el paraíso y el infierno, pero esta escalera tiene siempre dos direcciones: puedes subir o puedes bajar.
Si están presentes esos venenos, la escalera te llevará hacia abajo y entrarás en el infierno, ¡nunca llegarás al paraíso!
En vez de conseguir una melodía, tu vida se convertirá en un infierno; un contraste continuo, un tráfico ensordecedor; un alboroto que te hará enloquecer... un caos de ruidos, sin ninguna armonía.
Vivirás siempre al borde de la locura.
Por lo tanto, la segunda cosa a recordar es aprender cómo transformar tus venenos en miel.
Y cómo los cambios?
No es un proceso muy simple.
De hecho, por llamarlo de "transformación" no es exacta, ya que no es necesario hacer nada, simplemente sentarse en silencio y ver.
No juzgar: no estar en contra ni a favor.
No anime a ella, no reprimirla.
Se adhieren a observarlo, ser paciente, limitado a observar lo que sucede ... dejarlo ir.
Recuerde una cosa: nunca trate de cambiar su estado de ánimo, cuando está poseído por los venenos, simplemente esperando.
Llegará el momento en que el veneno empiece a transformarse en otra cosa... esta es una de las leyes fundamentales de la vida: todo cambia continuamente en su opuesto, en vosotros se dan cambios periódicos – un hombre bueno se convierte en malo y el hombre malo se hace bueno; el santo tiene momentos en los que es un pecador y el pecador vive momentos de santidad.
Solo se necesita esperar.
Nunca actúes cuando la rabia está en su apogeo; de otro modo te arrepentirás y crearás una cadena de reacciones que producirán un karma (ley de causa-efecto siempre operativa en la vida).
La idea de caer víctima del karma está toda aquí: haz algo cuando te encuentres en estado negativo y te encontrarás en una cadena de reacciones sin fin.
Cuando te encuentres en un estado negativo, haz siempre algo, también el otro se hace negativo, y está listo para hacer algo: la negatividad crea más negatividad, la rabia genera rabia, la hostilidad genera más hostilidad, en una cadena infinita de reacciones... y la gente se queda enmarañada los unos con los otros… ¡y la cosa continúa!
Espera.
Cuando estás encolerizado, es el momento para meditar.
No malgastes este momento; la ira crea en ti una energía inmensa... puede ser destructiva.
Pero la energía, de por sí, es neutral; la misma energía que es capaz de destruir, puede ser creativa.
Espera.
La misma energía que puede desbaratar, puede donar la vida... limítate a esperar.
Esperando sin prisa, un día tendrás una gran sorpresa: verás el cambio interior, la rabia se relaja, la energía es liberada y te encuentras en un estado de ánimo positivo; es el estado de ánimo positivo.
Es el estado de ánimo creativo.
Ahora puedes actuar, puedes hacer algo.
Espera siempre el momento positivo.
Recuerda: Actúa cuando estás positivo.
No fuerces la positividad, espera a que esta aflore espontáneamente.
Este es el secreto.
Cuando digo: "¡Aprende a transformar tus venenos la miel! ¡me refiero a esto!
Pregunta: "Estamos viviendo tiempos realmente terribles, el mundo está convulsionado por la violencia. ¿Qué piensa el Profetismo Moderno? ¿Dónde iremos a parar a este paso? ¿Qué será del mundo?” ¡Gracias, sois maravillosos! Giulia de Módena.
. _ ._ .
Respuesta: Si lo pensamos bien la vida siempre ha estado así: ¡en guerra!
La vida es algo imposible: no debería existir así, ¡pero existe!
Pensamos que la mitad de este siglo será conclusiva, esta mitad de siglo determinará el destino de los siguientes siglos.
Será un periodo determinante, verá la total destrucción de la humanidad a lo que seguirá la total destrucción de la vida en este planeta, o el nacimiento de un hombre nuevo.
- Un hombre que no odiará la vida, como ha sucedido en el pasado, un hombre que amará la vida.
- Un hombre que no será de ninguna manera negativo, sino que será afirmativo.
- Un hombre que no deseará una vida después de la muerte, sino que vivirá el momento en alegría absoluta, y pensará en esta vida como un don y no como un castigo.
- Que no será antagonista con respecto al cuerpo, sino que lo respetará como templo del alma.
- Que amará y no tendrá miedo al amor; que vivirá todo tipo de relaciones y, sin embargo, será capaz de seguir siendo él mismo.
Ahora ya no existe una tercera alternativa.
Así como es el hombre no puede sobrevivir.
¡O se cambia a si mismo y se transforma o debe morir y dejar libre la tierra!
Pero nosotros pensamos que “algo” o “alguien” llegará, porque solo en este minúsculo planeta tierra, una cosa de nada… si pensáis en sus proporciones, no es más que un grano de arena - solo aquí nació la vida – y ¡quien la ha creado la protegerá!
Este es el lugar más afortunado de toda la existencia: aquí los pájaros cantan, los árboles crecen y florecen, existen los seres humanos, que, a pesar de los destructores, aman, cantan y danzan y son también solidarios entre sí...
¡¡¡Ha sucedido algo simplemente increíble y nosotros sabemos que será siempre así!!!
El amor es el encuentro, el encuentro orgásmico, entre la muerte y la vida.
Si no conoces el amor, te dejarás escapar el sentido de la vida.
Has nacido, has vivido, estás muerto… pero has fallado.
Te has dejado escapar ese espacio que existe en el medio: ¡el amor!, este intervalo es la cima más alta.
Estos son los cuatro peldaños hacia el amor.
El primero: estar aquí y ahora;
(o sea, estar presentes) porque el amor es posible solo en el aquí y ahora.
No puedes amar en el pasado (¡está muerto!)
Mucha gente vive simplemente en los recuerdos: ha amado en el pasado.
Y muchos otros aman en el futuro; eso tampoco puede hacerse.
Estas son maneras de evitar el amor.
Y el amor es posible solo en el presente, dado que solo en este momento la muerte y la vida se encuentran… en el oscuro intervalo que existe dentro de ti.
Ese intervalo oscuro está siempre presente… está siempre, ¡siempre presente!
Nunca es pasado y nunca es futuro.
Si piensas demasiado... y pensar siempre se refiere al pasado o al futuro, tus energías serán distraídas por el sentir.
Y sentir es aquí y ahora.
Si tus energías se mueven en el esquema del pensamiento, no tendrás bastante para entrar en los sentimientos… y el amor no podrá existir.
Por tanto, el primer paso es estar aquí y ahora (en el presente).
Tanto el futuro (¡quién sabe si llega!) como el pasado (que no vuelve) traen consigo el pensamiento antes citado; es pensar equivocado (¡o en el recuerdo o en el arrepentimiento!) destruye el sentir: una persona demasiado obsesionada por el pensamiento, con el tiempo olvida completamente que tiene un corazón.
Un hombre que está demasiado inmerso en el pensar, con el tiempo empieza a seguir un sendero largo en el que el sentir no tiene voz.
Si no escucha su propio sentir, con el tiempo los sentimientos empiezan a abandonarlo.
Millones de personas están en estas condiciones: no saben lo que significa el corazón.
Piensan que es solo una bomba.
Están totalmente concentrados en la cabeza.
La cabeza es una extremidad; es necesaria, es un óptimo instrumento, pero debe ser usada como un sirviente.
No debería ser el patrón.
Cuando la cabeza se hace patrón y el corazón es dejado a parte, se vive, se muere, pero nunca se conocerá a Dios, dado que nunca se conocerá el amor.
Ese mismo intervalo oscuro, al primer contacto aparece como amor... y cuando nos perdemos totalmente en él, se convierte en Dios.
El amor es el inicio de Dios... o, Dios es la cima suprema del amor.
Se nos ha preguntado: "Querría saber, ¿cuántos sois los que escribís sobre el Profetismo Moderno? Además, querría preguntaros: ¿es posible aclarar el concepto de amor, dado que habláis de él en todos los artículos?"
R. Empiezo diciéndote que somos: ¡Uno, ninguno, cien mil! Como diría el gran Pirandello.
Pero hablemos del amor ahora, es más importante.
La vida es una oportunidad: no tiene ninguna meta.
Es el terreno en el que florecen las rosas del amor.
El amor tiene un valor intrínseco: carece de metas y de sentido lógico.
No tiene ningún fin, pero tiene un significado inmenso; contiene en sí mismo una alegría infinita, un éxtasis especial.
Pero esos no son valores lógicos.
El amor no es un negocio en el que hay objetivos, metas que alcanzar.
En el amor existe siempre una cierta locura.
Y ¿qué es esta locura?
La locura existe, porque no se consigue explicar la razón por la que se ama; no se sabe dar una explicación lógica del propio amor.
Podéis decir que haces un cierto negocio porque necesitas dinero: necesitas dinero, porque necesitas una casa; necesitas un refugio; ¿cómo podrías vivir sin un techo?
En la vida de todos los días, cada cosa tiene una meta precisa, pero en el amor… no se pueden dar explicaciones.
Puedes decir simplemente: "No sé. Solo sé que amar equivale a experimentar la dimensión, el espacio más bonito que existe dentro de uno".
Pero el amor no es un final.
Ese espacio no es cerebral.
Ese espacio no puede ser convertido en un bien de consumo.
Ese espacio es un capullo de rosa, sobre el cual va a posarse una gota de rocío que resplandece como una perla.
Al alba, en la brisa de las primeras horas, el capullo de rosa danza bajo los primeros rayos de sol.
¡¡El amor es la danza de la vida!!
Por ello, los que no conocen el amor, se dejan escapar la danza de la vida, pierden la oportunidad de crecer como rosas, ¡y no hablo del amor solo entre dos personas, por supuesto!
Por eso, según la mentalidad calculadora, computarizada, según el matemático, el economista, el político, el amor es una forma de locura.
El amor parece locura a cuantos no lo han experimentado.
Pero para quien conoce el amor, esta es la única forma de salud mental.
Sin amor, un individuo puede ser rico, famoso, puede gozar de buena salud, pero no puede estar sano de mente, porque no conoce los valores del mundo interior.
La salud mental no es más que la fragancia de las rosas que florecen en tu corazón... y ¡los amantes son los únicos que no necesitan curas psíquicas!
De hecho, el amor es la energía más curativa que existe en la vida.
Quienes no lo experimentan, se quedan vacíos, insatisfechos.
La locura común no tiene ninguna lógica, no tiene método; la locura llamada amor posee un método propio especial: ¿cuál es?
Simplemente este: el amor te llena de felicidad, hace de tu vida unas vacaciones, una canción, te lleva a una quietud y una paz infinitas.
¿Nunca os habéis fijado?
Cuando alguien se enamora (ya sea de la vida, de una religión, etc.) no necesita declararlo.
Sus ojos revelan una profundidad nueva, su rostro refleja una gracia y una belleza nunca vistas.
Su manera de caminar se transforma en danza.
Es la misma persona que antes, pero al mismo tiempo ya no lo es.
El amor ha entrado en su vida; ha llegado la primavera a su ser y, en su ánimo, han brotado las flores.
El amor produce transformaciones inmediatas.
El hombre que no sabe amar no puede siquiera ser inteligente, ni ser agraciado, ni bello.
Su vida no puede ser más que una tragedia.
Los tres lazos que vinculan a los seres humanos se refieren a los tres problemas de la vida: pero ninguno de estos problemas puede ser resuelto por separado; cada uno de ellos necesita una solución válida para los otros dos.
El primero se refiere al problema de la ocupación.
Nosotros vivimos en la superficie de este planeta, con los únicos recursos de este planeta, con la fertilidad del suelo, con sus riquezas mineras, su clima y su atmósfera.
Ha sido siempre deber de la humanidad encontrar la respuesta justa al problema que estas condiciones nos imponen; y todavía hoy no podemos pensar que hemos encontrado una respuesta exhaustiva.
En todas las épocas la humanidad ha llegado a un cierto nivel de solución, pero siempre ha sido necesario luchar para su mejora y para posteriores conquistas.
El mejor modo para resolver este problema por el que estamos dominados llega por la solución del segundo problema.
El segundo lazo que vincula al hombre es que estos pertenecen a la raza humana y viven en asociaciones con los otros seres semejantes a ellos.
Nosotros siempre debemos contar con los demás, adaptarnos a los otros e interesarnos en ellos.
Este problema se resuelve con la amistad, con el sentimiento social y con la cooperación: con la solución de este problema hemos hecho un incalculable paso adelante hacia la solución del primero.
Fue solo porque los hombres aprendieron a cooperar el que pudiéramos hacer el gran descubrimiento de la división del trabajo; un descubrimiento que representa la principal garantía del bienestar de la humanidad.
Si la sociedad quiere vivir mejor, debe parir al Hombre Nuevo, pero se necesita una sustancial modificación del carácter humano, es decir, del paso de preponderancia, o sea, mayor fuerza o importancia de la modalidad del tener, en la forma más egoísta del término, a la modalidad del ser, para salvarnos de la catástrofe psicológica y económica, por el bien común, necesitamos preguntarnos:
¿Es realmente posible una trasformación del carácter a gran escala?
En caso de que sea posible, nos preguntamos: ¿cómo hacer para producirla?
Aquí también nos viene a ayudar el Profetismo a gran escala en la red, para que más personas tengan en cuenta lo que hay que hacer.
A mi juicio, el carácter humano, si se quiere hacer evolucionar el componente social de masa, puede cambiar siempre y cuando se den las siguientes condiciones.
Si quieres encontrar tu camino, antes deberás saber cuál es el sentido de la vida y entender cómo esta se puede realizar.
Principalmente son tres las formas de realización humana: el de la ocupación, el social y el sexual.
Dejo a un lado las otras dos para analizar con vosotros el problema existencial a través de la socialización; cada ser humano revela de manera infalible cuál es su propio sentido de la vida.
Si os miráis dentro comprenderéis que una buena solución a los problemas de la vida es la de abrir siempre la puerta a los demás y en el término “demás” estamos también nosotros.
Me preguntaréis: “¿Cuál es tu realidad sobre el sentido de la vida?”
No os responderé de manera retórica, al contrario, os revelaré una técnica que no será intelectual ni tampoco filosófica, no nos ocupamos de problemas o de investigaciones intelectuales, no me ocupo del porqué de las cosas: me ocupo de cómo, no de qué es la verdad para la realización de la vida, sino de cómo puede alcanzarse y realizarse.
Hay hombres que han entendido esto, los cuales conocían el sentido de la vida, y es el de interesarse por la humanidad tratando de desarrollar compromisos sociales.
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