El cuerpo no necesita ser famoso.
El cuerpo está absolutamente bien así, no necesita ninguna absurdidad.
Necesita cosas simples como la comida, necesita agua, un refugio cuando tiene demasiado calor para estar al aire libre: tiene necesidades muy, muy simples.
El mundo ha enloquecido por culpa de los deseos, no por culpa de las necesidades.
¡Y la gente está enloqueciendo!
Está reduciendo sus propias necesidades, para aumentar y alargar los propios deseos.
¡Y todos están defraudados y estresados!
Hay personas a quienes les gustaría renunciar a una comida al día, pero no pueden renunciar al periódico, no pueden renunciar al cine, no pueden renunciar a fumar y beber.
¡Sin embargo, consiguen renunciar a la comida!
Recuerda: el cuerpo siempre es bello.
Esta es una de las reglas fundamentales que os proporciono: es una regla incondicionalmente verdadera, absolutamente verdadera, categóricamente verdadera: el cuerpo siempre es bello, la mente es fea.
No es el cuerpo el que debe ser cambiado.
No hay nada en él que deba ser cambiado.
¡Es la mente la que debe ser cambiada!
Y mente significa desear.
El cuerpo tiene necesidades y las necesidades del cuerpo son reales.
Si quieres vivir, necesitas alimento.
Ser famoso, querer lo que no puedes, querer lo superfluo no es necesario para vivir, el respeto no es necesario para sentirse vivos.
No necesitáis ser grandísimos hombres o un actor famoso, un pintor famoso, conocido en todo el mundo, luchar para mantener un prestigio absurdo.
Para vivir no es necesario ganar el Premio Nobel, porque no satisface ninguna necesidad del cuerpo, sino solo y exclusivamente de la mente.
Si quieres deshacerte de las necesidades, deberás reprimirlas, ¡porque son reales!
Si ayunas, debes reprimir el hambre.
En este caso hay represión y toda represión es errónea porque es una lucha interior.
Quieres matar el cuerpo y el cuerpo es tu ancla, la barca que te conducirá a la otra orilla.
El cuerpo mantiene protegido el tesoro, las semillas de lo Divino encerradas en Ti.
Se necesita comida, agua, un refugio y unas comodidades para preservar el cuerpo.
La mente no quiere ninguna comodidad.
Tratad de entender qué es un deseo y qué es una necesidad.
La necesidad está orientada hacia el cuerpo, el deseo no; ¡no tiene raíces!
¡¡Es solo un pensamiento oprimente que fluctúa en la mente para arruinaros!!
Las necesidades de la mente son creadas por todas las personas que te rodean: y son necesidades estúpidas, locas, envidiosas e idiotas.
Las necesidades del cuerpo son bonitas y sencillas: satisfácelas y no las reprimas.